En 2007, el presidente Correa dispuso la conformación de una comisión para auditar la deuda externa de Ecuador (Comisión de Auditoría Integral del Crédito Público – CAICP). La integró el hijo de Alejandro Olmos (quien había realizado una investigación sobre la deuda externa de Argentina y obtuvo el fallo favorable del juez Ballesteros).
Correa respondió con esa comisión al clamor por los escándalos del endeudamiento de Ecuador. En 1999 el país había defaulteado la deuda, lo que llevó a la dolarización monetaria, impulsada por secuaces de Domingo Cavallo, que el actual presidente Correa se ha comprometido a mantener. Tras el veredicto de aquella comisión, a fines de 2008, Ecuador jamás dejó de honrar su deuda externa. Bajo el gobierno Correa, la deuda declarada por esa Comisión como ´ilegítima´ se ha transformado ahora en ‘legítima’.
Del “idealismo” a la “realpolitik”
En un estudio fechado el 6 de mayo pasado, titulado “La auditoría de la deuda externa del Ecuador”, su autor, el doctor Alfredo Carella, denuncia que la comisión demostró que “en todos lados (hubo) irregularidades y traiciones a la patria”, especialmente en la ‘renegociación’ del año 1999. Sin embargo, denuncia a los investigadores –entre ellos “fervorosos partidarios del repudio de la deuda porque nada han dicho” luego de que Correa desechara sus conclusiones. “Otros –agrega– han expresado que el gobierno optó por una actitud ‘moderada’, semejante a la seguida por la Argentina con el canje de deuda de 2005” (texto completo en la página web de la Comisión por la Anulación de las Deudas del Tercer Mundo).
Un mes después de conocida la investigación, al momento de vencer los bonos Global 2012, denunciados por la Comisión como “deuda ilegítima”, la ministra de Economía, María Elsa Viteri, manifestó que Ecuador procederá a “un ‘default responsable’. En febrero (2009) el presidente Correa anunció lo mismo al concluir el plazo de un cupón de 135 millones de dólares del Global 2030”, también fruto de la ‘renegociación ilegítima’ de 1999 (ídem). El “idealismo”, dice el doctor Carella, dio paso a la “realpolitik”. El gobierno “invitó a los tenedores de bonos Global 2012 y 2030 a que se presenten a una subasta para cambiar tales títulos por efectivo en dólares al precio de compra de los Bonos 2012 (500 millones de dólares) y 2030 (2.700 millones de dólares) y comunicó la designación de Lazard Frères Banque como Agente de la Oferta”. Desde un principio, “más allá de las manipulaciones de precios que se realizaron en la Bolsa, Salomon Smith Barney, ahora parte del Citigroup Inc., y el J.P. Morgan, agentes de la Oferta de Canje de los Brady y Eurobonos por los Globales, estaban persuadidos de que el deudor no se embarcaría en una iniciativa que perjudicara a los tenedores de los bonos que colocaron en el mercado secundario” (ídem). Así, “después de vencida la mora técnica concedieron un ´standstill (congelamiento) de facto’, por el cual se abstuvieron de demandar por incumplimiento” (ídem). La conclusión del especialista es contundente: “La oferta de compra de los bonos 2012 y 2030 –más allá del resultado– ha significado reconocer la legalidad de la reestructuración del año 1999, por lo tanto priva de sustancia reclamar responsabilidad civil y penal de presuntos delitos cometidos por ex funcionarios y agentes extranjeros” (ídem).
En síntesis, la CAICP fue una fabulosa pantalla para pactar en una forma ´amigable’ el pago de toda la deuda externa de Ecuador. La quita ‘conquistada’ por Correa en la renegociación de la deuda estuvo por debajo de la de Lavagna-Kirchner. “La calificación de ‘ilegal, ilegítima y corrupta’ que había asignado (la CAICP) a parte de la deuda externa pudo colocar al gobierno del país andino en una situación política interna delicada. Sin embargo, el curso de acción adoptado el 15/1/09 (por el gobierno) no provocó expresiones adversas” (ídem).
Las barbas en remojo
Por todo esto, las organizaciones populares ecuatorianas que habían depositado ilusiones en el gobierno Correa han roto con él. Es el caso del bloque parlamentario del Movimiento Plurinacional Pachakutik, del cual forma parte la Conaie, que ha vuelto a protagonizar grandes movilizaciones –el levantamiento contra los reintentos de reprivatización del agua en las regiones agrarias del país fue el más importante. El gobierno cínicamente las tildó de “conspiración derechista”.
Esta es la historia real de la investigación de la deuda ecuatoriana y de la declaración de su ilegitimidad. Concluyó en la negociación de una quita que no superó el 20%.