martes, 10 de febrero de 2009

25 años de democracia... ¿Para quienes?


Aunque el pasado 10 de diciembre de 2008 se conmemoraba el vigésimo quinto aniversario del retorno de la democracia luego de un lamentable periodo de gobierno de facto, es evidente que el sistema no funciona como debería, y que por tanto todavía debemos conquistar.La veracidad de las palabras anteriores puede ser comprobada muy fácilmente, poniendo en rigor el enunciado que dice, que todos los sistemas sociales deben ser juzgados por los resultados sociales que este proporcione. Para apreciar los resultados sociales que este sistema nos ofrece, no hace falta más que dar un paseo por la ciudad prestando atención a las cosas que lamentablemente ya son cotidianas; la mala distribución de la riqueza, pobreza, indigencia, desocupación, la falta de recursos, el bajísimo nivel de educación, la falta de interés en cuestiones fundamentales, la distorsión mediática de la realidad, la inseguridad, el mal funcionamiento de los servicios ya sean públicos o privados, la drogadicción, entre otra cosas no menos graves.
Ahora bien, ya sabemos como estamos, lo que deberíamos hacer, es preguntarnos ¿por qué estamos como estamos? Y la respuesta la encontramos haciendo un poco de memoria…
1° Desde el punto de vista social: Desde el 10 de diciembre de 1983 día en que Alfonsín asume hasta la actualidad, hubo cinco grandes crisis económicas cuyas consecuencias fueron una baja en el nivel de vida de las clases sociales mayoritarias y de menores posibilidades, si bien luego de cada crisis hubo una leve mejoría, esta nunca alcanzo la media del nivel anterior; es decir, progresivamente fue descendiendo la calidad de vida de la mayoría de los argentinos y cada vez baja mas.
Con esto no queremos dar a entender que necesitamos que vuelvan los genocidas; si no aclarar que la realidad en la que vivimos es producto de una característica que tiene el capitalismo; LA CRISIS Y EL AGOTAMIENTO (“[…] el sistema capitalista desaparecería debido a que su tendencia a acumular la riqueza en unas pocas manos provocaría crecientes crisis debidas al exceso de oferta y a un progresivo aumento del desempleo. Para Marx, la contradicción entre los adelantos tecnológicos, y el consiguiente aumento de la eficacia productiva y la reducción del poder adquisitivo que impediría adquirir las cantidades adicionales de productos, sería la causa del hundimiento del capitalismo. […] según Marx, las crisis del capitalismo se reflejarían en un desplome de los beneficios, una mayor conflictividad entre trabajadores y empresarios e importantes depresiones económicas. ” ) y también, dejar en claro que desde el estado nunca se formularon políticas para amortiguar el inevitable suceso que siempre termina recayendo sobre la clase trabajadora, si no que, contrariamente, desde el primer momento de esta falsa democracia, se privilegiaron los intereses de la minoría que fue beneficiada con el régimen militar.
Los grandes capitalistas, llámese patronales y exportadores, podían derrumbarse, o mejor dicho, estaban por colapsar junto a la dictadura que trabajaba para ellos; por lo cual, el gobierno de ese entonces adopto políticas de “salvataje” hacia los grupos empresariales. Un muy claro ejemplo de este tipo de maniobras políticas, fue, la estatización de la deuda externa; hacer del estado una deuda perteneciente al sector privado para pagar con dinero de los contribuyentes (trabajadores a los que les descuentan un porcentaje de su sueldo en concepto de impuestos).

2° Como si no hubiese dejado mucho que desear la democracia actual, (al servicio de los que tienen más), desde el punto de vista político-constitucional tampoco se le puede decir democracia al actual sistema, pues ¿Cómo llamaría usted a un sistema en donde la mitad de las leyes que lo rigen, y por lo tanto también a la vida de nosotros, los que vivimos en el fueron impuestas en el periodo dictatorial bajo el formato de decreto de ley? Aunque parezca mentira, el 50% de las leyes que debemos respetar o sufrir las consecuencias, no fueron resueltas parlamentariamente, por lo tanto tampoco fueron avaladas por quienes “representan los intereses de la mayoría” y por lógica, entonces no tienen el voto del pueblo.


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