El lunes 5 de abril asumió la conducción de la Federación Universitaria de Buenos Aires, además de las nuevas secretarías, en el marco de la primera reunión de Junta Ejecutiva de la Fuba, luego del Congreso Ordinario realizado el pasado 27 de marzo en la Facultad de Psicología.La Junta Ejecutiva aprobó, además, una declaración política.
El país se encuentra atravesado por una nueva crisis de deuda externa. En el año del bicentenario, estalla por enésima vez uno de los mecanismos de sometimiento nacional por excelencia, inaugurado con la presidencia de Rivadavia. Fue la dictadura militar de Videla y compañía la que potenció el último ciclo de endeudamiento, el cual creció exponencialmente a través de los sucesivos refinanciamientos contraídos por todos los gobiernos hasta la fecha, sin excepción. La deuda externa, de hecho, forma parte de todo un dispositivo de opresión por parte del imperialismo, que incluye aspectos políticos, diplomáticos y hasta militares.
La reciente crisis desatada en torno al uso de las reservas encontró al gobierno y a su oposición reaccionaria coincidiendo en el punto fundamental de pagar incuestionablemente la deuda externa. Se pelean por cómo pagar una deuda que no sólo es ilegítima en su origen y mecanismos, sino que incluso nuestro país ha pagado ya varias veces.
La educación pública no se encuentra ajena a este problema. El pago de la deuda se corresponde con una política de sometimiento de la educación a las necesidades del mercado, impulsada por las empresas privadas y hasta por el Banco Mundial. La Ley de Educación Superior, la acreditación de las carreras a un organismo externo integrado por privados (Coneau), el trabajo gratuito de estudiantes en empresas y un presupuesto de miseria, entre otras cosas, son la expresión más descarnada de esta política.
La vinculación de la crisis educativa con la deuda no es caprichosa, ni tampoco nueva: históricamente, el movimiento de lucha en defensa de la educación pública plasmó el problema en la consigna "Triplicación del presupuesto educativo en base al no pago de la deuda externa". Ratificamos la absoluta vigencia de esta bandera, mucho más en el marco de esta crisis, frente a la cual el gobierno K y su oposición reaccionaria coinciden en congraciarse con los acreedores internacionales –grandes bancos, fondos buitres– a como dé lugar. De hecho, el pago de la deuda externa se presenta como un saqueo incompatible con la posibilidad de desenvolver en toda su potencia los recursos humanos, técnicos, científicos y sociales del país.
Frente a esto, la Fuba se plantea una fuerte campaña contra el pago de la deuda externa, impulsando las más diversas acciones de lucha y debate. En este sentido, le formularemos a la Conadu Histórica la propuesta de llevar a cabo una acción nacional en común, antes del fin de abril, para marchar contra el pago de la deuda y la privatización, y por el presupuesto y el salario.
¡No al pago de la deuda externa, sí a la educación pública y gratuita!
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