La union entre los grupos y la organizacion de los mismos es fundamental para lograr los ambitos de expresion y de cultura que tanto se necesitan en la sociedad de hoy.
Te esperamos.
Pablo S.
Después del retroceso electoral de junio pasado, el intendente de Merlo ha lanzado una nueva ofensiva contra sus opositores políticos en el distrito. El “método”, desarrollado de manera sistemática desde hace años, es el de los volantes firmados por agrupaciones inexistentes. Los volantes aparecen diseminados masivamente por el centro de Merlo y también en los barrios de las personas atacadas en los volantes: una clara señal mafiosa. Es el caso de los militantes del Partido Obrero o de los concejales electos por Nuevo Encuentro. Es el caso también del cura Vila, a quien el intendente le inició una causa judicial por malversación de fondos con el solo objeto de cerrar los comedores y guarderías que el sacerdote sostiene en los barrios pobres, en represalia por haber intentado organizar una oposición en las elecciones de 2007.
Los volantes difamatorios aparecieron no sólo en su casa, sino en cada uno de los barrios donde el cura desarrolla su actividad de ayuda social. Los pasquines también persiguen a la abogada de Vila.
Además, en un juzgado de Morón Othacehé tiene radicada una denuncia por “calumnias e injurias” contra Jorge Altamira, Néstor Pitrola y Marcelo Ramal. En esa oportunidad el intendente en cuestión buscó acoplarse a la ofensiva macartista impulsada por el gobierno nacional a través del entonces ministro del Interior, Aníbal Fernández, contra el PO, cuando se produjo la rebelión popular de las estaciones de tren de Merlo y Castelar.
¡Fuera el régimen de la patota!
El 27 de noviembre, más de 150 vecinos se hicieron presentes en la marcha a la Municipalidad para reclamarle al intendente Curutchet el cierre inmediato y definitivo del incinerador tóxico de Marcos Martini.
La movilización se desarrolló con una nutrida participación de los jóvenes secundarios de las ESB. Estuvo presente una numerosa columna de docentes que la semana anterior, en asamblea general del sindicato, había votado por unanimidad participar de la marcha. Hubo una numerosa columna del Polo Obrero.
La extraordinaria marcha se realizó bajo una intensa lluvia. Las respuestas del Ejecutivo municipal fueron las mismas de siempre: considerar únicamente la vía legal para llegar al cierre del incinerador. Pero se negaban a informar el número de la causa (está paralizada) que el municipio abrió contra el incinerador.
Como manifestó una compañera de Tribuna Docente: “La lluvia no pudo lavar las mentiras” de este gobierno hipócrita.
Al finalizar la jornada se realizó un acto llamando a dar continuidad a esta lucha de 16 años.
Todavía no había cesado la brutal represión y cacería contra los manifestantes del Frente de Organizaciones de Lucha el pasado viernes 20 de noviembre cuando, en declaraciones a la prensa, el intendente Fernando Gray salió a respaldar el accionar policial. El saldo de 20 hospitalizados, 15 detenidos (entre ellos un menor de 11 años) y decenas de heridos con balas de goma, parece no importar en el juicio de Gray. Sus argumentos: “No son organizaciones con representación en el distrito, por lo tanto es imposible incorporarlos al plan”. Sin más, Gray decide cerrar la inscripción.
Las supuestas “organizaciones” que tendrían “representación” en el distrito no son otra cosa que la red de punteros que responde a la camarilla gobernante que encabeza Gray, a las cuales se les garantizó más de 500 cupos, sin contar las cooperativas que ya maneja el municipio. En éstas reina el clientelismo y la delincuencia ejercida por los punteros políticos. Los recientes hechos de estafa a más de 40 trabajadores, de público conocimiento, ya produjo la renuncia de dos funcionarios del municipio (uno de ellos está preso) y debería poner en el banquillo al propio Gray.
En Echeverría, el kirchnerista Fernando Gray actúa tratando de imponer la premisa de Curto. El martes 24/11, el Partido Obrero de Esteban Echeverría se movilizó en solidaridad con las organizaciones del Frente de Organizaciones en Lucha y en repudio a la represión. Una columna de más de 800 compañeros se movilizó por el centro de Monte Grande hasta la municipalidad para repudiar la represión de Gray y redoblar la lucha por los puestos de trabajo.
Planteamos el ingreso irrestricto a las cooperativas de trabajo controlado por las organizaciones genuinas de desocupados. Trabajo para todos o seguro al parado equivalente al 82% móvil de la canasta familiar.
La suspensión del matrimonio gay ha delatado, sin vueltas, el carácter enteramente reaccionario del gobierno de Macri. El derechista porteño se había manifestado a favor del matrimonio homosexual, con la derecha “abierta” que, en Noruega, Inglaterra o Chile, ha decidido ‘aggiornar’ el ‘libre mercado’ con una dosis de derechos civiles, en este caso de las parejas del mismo sexo, cuando un segundo fallo judicial impidió el matrimonio previsto para una pareja homosexual. Macri respiró tranquilo: en el PRO y el peronismo disidente, la derecha tipo Cameron, Finni, Sarkozy o Merkel es minoría.
La crisis se reabrió, sin embargo, cuando un tercer fallo, este caso de una jueza de la Ciudad, habilitó el matrimonio, dejando en manos de Macri la decisión de autorizar el registro del vínculo. El movimiento gay ocupó las instalaciones del Registro Civil, exigiendo la concreción del matrimonio.
Macri dio marcha atrás y remitió el caso a la Corte Suprema: “Mauricio” alegó un “conflicto de competencias judiciales entre la Nación y la Ciudad”, o sea que desconoció la tan mentada “autonomía” que reivindica, por ejemplo, para contratar fisgones, servicios y espías. La verdad es otra: Macri se avino a los sermones de Bergoglio y, luego, de Gabriela Michetti, quienes amenazaron de hecho la candidatura presidencial a la que aspira el Intendente.
El gobierno de Macri es el de Fino Palacios y Chamorro; sus ‘derechos civiles’ tienen el límite de la represión y el garrote.
El kirchnerismo quiere hacer leña de este nuevo fracaso de Macri, pero no tiene de qué reivindicarse. Cristina Kirchner, en persona, se encargó de bloquear en el Congreso cualquier cambio que habilite, por ley, al matrimonio homosexual. Seguramente, la reciente visita papal debe haber refrendado este punto en la agenda clerical de los “K”.
El viernes 20, el presidente Hugo Chávez lanzó la propuesta de construir, textualmente, "la V Internacional". Lo hizo en un ambiente insólito: un Encuentro Internacional de partidos de izquierda, en donde dominaban, sin embargo, los partidos liberales y nacionalistas de Asia, Africa y América Latina. Por ejemplo, el Polo Democrático y el Partido Liberal de Colombia, o el Liberal zelayista de Honduras, o incluso el nacionalista de Zimbabwe. La reacción fue igualmente insólita: un delegado de un partido mexicano interrumpió a Chávez para aclararle que ya existía una suerte de Internacional, que agrupaba a varios centenares de partidos, en cuyo nombre le enviaba un saludo de su presidente, el pejotista argentino Antonio Cafiero.
Chávez advirtió que se había creado una situación idiotamente absurda, por lo que enseguida añadió que marcharía con su propuesta con aquellos que estuvieran de acuerdo, aunque fueran pocos. Al día siguiente, el I Congreso Extraordinario del Partido Socialista Unificado de Venezuela se desayunó con esa propuesta, que nadie había planteado durante la preparación del evento.
La ambigüedad del escenario y la anomalía del procedimiento constituyen, por cierto, una expresión amplificada de la incoherencia del planteo. Chávez ni siquiera hizo alusión al programa de esa V Internacional. En la tentativa de explicar las ventajas de la propuesta, señaló su utilidad para "hacer negocios", citando una expresión del delegado de Zimbabwe, que se había olvidado de recodarle al presidente bolivariano que hasta hace pocos meses la tasa de inflación en ese país había sido de un consistente 231 millones por ciento anual, la más alta del mundo (le sacaron doce ceros a su moneda). Entre los negocios, Chávez aludió, como ejemplo, a algunos acuerdos comerciales firmados por Venezuela con algunos municipios del Nordeste brasileño. Una V Internacional de negocios rayaba en el surrealismo. De todos modos, incluso la lectura más feroz que se haga del planteo de Chávez debería recoger la circunstancia de que, al hablar de una V Internacional, Chávez legitimó el rol histórico de las cuatro precedentes –en especial de la más controvertida de ellas, la IV Internacional– o sea, de una continuidad histórica del proletariado internacional con conciencia de clase. Chávez siempre se refiere a Trotsky con gran respeto, claro que lo hace para abogar por un Socialismo del Siglo XXI que se desprenda de planteos ‘demodé' como la Dictadura del Proletariado. Para que el lector se haga una idea de la dimensión de todo este exabrupto basta con señalar que ni siquiera recibió la aprobación de un sumiso cortesano de su régimen, el ‘marxista' Alan Woods, quien naturalmente tampoco expresó su desacuerdo (ver V Headline news and views, 23/11). Los cortesanos tienen un envidiable instinto de autopreservación.
La propuesta de formar una V Internacional no es nueva; en el pasado caracterizó a la mayor parte de los renegados del trotskismo y nunca partió de personas con alguna relevancia. En Argentina, la planteó tempranamente Liborio Justo (Quebracho), luego de acusar a Trotsky de agente de Wall Street. Desde el punto de vista del método, esos planteos eran incapaces de fundamentar en términos de programa la necesidad y oportunidad de la V Internacional o, lo que sería lo mismo, como consecuencia de una re-caracterización de la etapa histórica. Lo de Chávez es diferente de aquellas propuestas anónimas, pero para nada menos inconsistente. De todos modos, pone en ridículo a todos los que, en nombre del chavismo, hacen gala de un sectarismo contrario a la política y a los partidos en diversas partes del mundo.
No es la primera vez que Chávez procede a saltos ideológicos verbales en momentos de dificultades políticas. En las vísperas del 1º de Mayo de 2008, despilfarró citas de Rosa Luxemburgo, Trotsky y otros marxistas eminentes –incluso recurrió al término proletariado para referirse a los trabajadores o clase obrera– para dirigirse a un auditorio de destacados dirigentes y activistas de izquierda de Sidor, que protagonizaban huelgas reivindicativas, luego de haber intentado estatizar al movimiento obrero de la industria a través de su ex ministro de Trabajo, Rivero. En el caso de la V Internacional, ella está prefigurada por el partido que ha formado en Venezuela, el PSUV, que es manejado en los hechos por los funcionarios del Estado y cuyo programa apuntala a un régimen social y estatal que es inconfundiblemente burgués y capitalista en su contenido. Las masas no se encuentran en el poder en Venezuela, sino una burocracia de origen pequeño burgués y, fundamentalmente, las fuerzas armadas. El capital estatal se encuentra entrelazado al capital extranjero en la industria petrolera y, de un modo general, en la creciente deuda pública y externa, en tanto que las nacionalizaciones no entrañaron una expropiación del capital sino un intercambio entre activos productivos o bancarios por generosas indemnizaciones de fuente pública.
En estos términos, una V Internacional para este Socialismo del Siglo XXI supone una regresión respecto de las cuatro internacionales previas, no exclusivamente sobre la IV o III; es, incluso, un contrasentido histórico. No hace falta decir que se pone atrás de la I Internacional, que abogaba por la acción colectiva del proletariado de los principales países para una emancipación de los trabajadores por los trabajadores mismos. Chávez, pero más que nada sus seguidores ‘marxistas', confunden interesadamente la centralización revolucionaria que desarrolla un partido de clase con la que ejerce un caudillo bonapartista. El bonapartismo busca siempre un apoyo en las masas, es cierto, pero lo hace mediante la regimentación y es un opositor violento a su acción libre y autoemancipadora. Esta confusión ha convertido al bonapartismo de masas en un ‘hecho maldito' de la sociedad burguesa, sea ésta la francesa de Napoleón, incluso la alemana de Bismarck y, por cierto, la argentina y venezolana del primer Perón y de Chávez.
Dicho todo esto, es incontrovertible que es necesaria una Internacional revolucionaria, en especial ante la gigantesca bancarrota capitalista mundial. Nuestro partido planteó una campaña en torno a esta tarea a partir de la crisis mundial y de las restauraciones capitalistas. El tema está objetivamente en la agenda y hasta en las gateras. Para eso es necesario comenzar por algo concreto, no a partir de divagaciones en auditorios absurdos. Ese algo concreto es discutir el programa de la última internacional, la IV –cuya vigencia ha crecido en muchos aspectos, en lugar de disminuir, en especial por la confirmación de su pronóstico sobre la restauración capitalista que la burocracia incubada en el país del ‘socialismo real'. Esta discusión y las conclusiones que se vayan desprendiendo de ella en términos de acción, son el punto de partida de la Internacional que podrá aprovechar la bancarrota capitalista en desarrollo, para poner fin al capitalismo.
Más de 1.200 compañeros de todo el país se dieron cita en el Congreso Nacional de la Unión de Juventudes por el Socialismo (UJS-juventud del Partido Obrero). Estuvieron representadas casi la totalidad de las provincias argentinas.
El Congreso deliberó durante el fin de semana del 21 y 22 de noviembre. Los participantes han sido los grandes protagonistas de las luchas que está librando nuestra juventud: los compañeros que dirigen la principal federación universitaria del país, la Fuba; presidentes e integrantes de decenas y decenas de centros de estudiantes de distintas universidades, desde Jujuy y Salta hasta Santa Cruz; dirigentes y luchadores del movimiento secundario y de los institutos terciarios; las compañeras del movimiento de la mujer.
Haber convocado a todos estos luchadores apunta a un objetivo estratégico: desarrollar la organización socialista de la juventud a partir de la experiencia de las luchas, los debates y las delimitaciones políticas.
Somos parte del movimiento general de la juventud, que involucra a los jóvenes que estudian que trabajan, así como a los desocupados. Nos esforzamos por arribar, con todos ellos, a conclusiones y objetivos socialistas.
Derrumbe capitalista
Asistimos a la mayor bancarrota capitalista de alcance mundial desde la gran depresión de los años ’30, que condujo a la masacre de la Segunda Guerra Mundial. Es la fase más alta, hasta el momento, de una cadena de crisis y bancarrotas que se desarrolla desde finales de los ’60. Augura episodios aún más catastróficos, como lo evidencia el crecimiento sin precedentes de la desocupación y la incesante ola de desalojos y quiebras bancarias e industriales, el derrumbe del comercio mundial y, por último, la quiebra financiera de los tesoros estatales.
La clase obrera, y en especial la juventud, han recibido los golpes más duros de la crisis, por los despidos, el reforzamiento del trabajo precario y la descalificación laboral, el encarecimiento de los estudios y el aumento de la deserción y, por último y aún más grave, por el incremento de la drogadicción, que destruye física y moralmente a la juventud y a la niñez trabajadores.
La desocupación y la subocupación han alcanzado porcentajes que parangonan la crisis en curso con las peores del pasado: 18 por ciento, por ejemplo, en Estados Unidos, o sea 23 millones de trabajadores; más del 20 por ciento en España; alrededor de ese porcentaje en Argentina: más de dos millones de personas. La más golpeada es la juventud, donde se superan el 50 por ciento de aquellos promedios.
El salvataje de los grandes capitales por los fiscos y bancos centrales deja planteada la perspectiva política más aguda, como es la quiebra de los Estados y el envilecimiento en gran escala de las principales monedas.
A veinte años de la derrota del ‘comunismo’ (expresión falaz para encubrir al anticomunismo stalinista), queda al desnudo la cuestión histórica central de nuestra época: el agotamiento y la bancarrota del capitalismo. Pues mientras el ‘comunismo’ fracasó porque no pudo desarrollar sus propias premisas, o sea, adquirir un carácter mundial y la posibilidad de desenvolverse en las naciones más desarrolladas, el capitalismo se hunde como consecuencia de sus propios fundamentos: la explotación social, el beneficio privado, las rivalidades nacionales, la anarquía de la producción. ¡Su epicentro se encuentra en Estados Unidos, la nación que es su paradigma histórico! Cuando la llamada globalización –es decir, el dominio mundial del capital– parecía llegar a su cenit, estallaron todas sus contradicciones, que no son otras que las del capital mismo.
Ahora los Estados se empeñan en descargar la crisis sobre los trabajadores y las naciones más débiles. La presión mayor se ejerce sobre las naciones que se embarcaron, hace dos o tres décadas, en un proceso de restauración capitalista, aún inconcluso, bajo la batuta de la misma nomenclatura ‘comunista’. Así, no han podido evitar la bancarrota capitalista e, incluso, la han acentuado.
La gran victoria contra el ‘comunismo’ aparece cuestionada, pues las convulsiones de la presente crisis pondrán en entredicho todas las privatizaciones y las enajenaciones del patrimonio nacional, y replantearán la agenda de la revolución social.
Las salidas capitalistas representan más miseria, más desocupación y más guerras. El Congreso de la UJS declara que es necesario desarrollar una salida anticapitalista, que termine con este régimen social y abra un rumbo para la construcción de una alternativa socialista. La envergadura de la bancarrota capitalista demuestra que las premisas materiales para esa transformación están maduras.
Nuestra América
América Latina, precisamente porque es el patio trasero del imperialismo yanqui, se encuentra en el corazón de la crisis mundial. Sus burguesías rebozan de un optimismo ficticio, como consecuencia del alza especulativa del precio internacional de sus materias primas y del flujo de capital ‘golondrina’, aun a sabiendas de que serán las principales víctimas en la próxima fase del derrumbe. Nadie se engaña, sin embargo. Los levantamientos populares que se extendieron desde comienzos de siglo por el continente, desde Argentina hasta México, siguen presentes en la conciencia y la organización de los pueblos. En la medida en que el imperialismo insiste en encarar la crisis mundial mediante las guerras de opresión, está forzado al mismo tiempo a imponer su control de este patio trasero. Las guerras contra Irak y Afganistán, y la que se encuentra en preparación contra Irán, explican que haya reactivado la IV Flota y se haya instalado en Colombia. Tiene que asegurarse la ‘lealtad’ de los gobiernos y la seguridad de los suministros – en primer lugar del petróleo. De ahí la infiltración paramilitar en Venezuela y el brusco deterioro de las relaciones con el gobierno de banqueros y terratenientes de Brasil.
Llamamos a la juventud latinoamericana a tomar conciencia de esta situación y a prepararse para una gran lucha por la defensa de la independencia nacional. Del mismo modo, le advertimos acerca de la cobardía de las burguesías y los movimientos nacionalistas, que han capitulado una y otra vez frente a las presiones imperialistas, desde el bombardeo a Ecuador por parte del paramilitar Uribe hasta el monumental fiasco de la OEA y sus gobiernos para reponer al presidente Zelaya en Honduras. La reunión de la Unasur en Bariloche, recientemente, es el compendio de toda esta incapacidad histórica. La Unión del Sur está virtualmente muerta; solamente los obreros y los campesinos –o sea los gobiernos de trabajadores– lograremos alcanzar el objetivo histórico de la unidad nacional de América Latina, que será una unidad socialista.
El Congreso de la UJS se compromete a agotar todos los medios de propaganda, agitación y organización para concretar la unión socialista de la juventud latinoamericana y, en primer lugar, la recuperación de la unión de sus federaciones universitarias y estudiantiles en un congreso continental para luchar contra las bases militares en Colombia y la IV Flota, el levantamiento incondicional del bloqueo a Cuba, la defensa de los procesos populares contra los ataques de las oligarquías locales y el imperialismo, por la unidad de la juventud y la clase obrera, por la revolución socialista en nuestros países y la unidad socialista de América Latina. Solamente por estos medios lograremos derrotar la influencia que ejerce entre los estudiantes de algunos de nuestros países la derecha gorila y escuálida.
Saludamos la iniciativa de la Fuba de elevar esta propuesta a las organizaciones que luchan en Honduras contra el golpe de Estado y los acuerdos para su concreción.
La revolución universitaria
La decadencia histórica del régimen social capitalista se expresa en la crisis del sistema universitario. La universidad, como ocurre con cualquier otra institución del sistema, no puede ir más allá de los límites históricos de la clase social dominante. La era de las “reformas universitarias” ha concluido; asistimos a un duro período de contrarreformas, casi todas dictadas por el Banco Mundial.
Los capitalistas, sus gobiernos, y en especial sus académicos, declaran que su propósito es unir la educación y la universidad con el trabajo, que a eso responden las propuestas de fragmentación de las carreras, pues facilitan ‘la salida laboral’. Falso. Asistimos a una mayor alienación del trabajo, tanto físico como intelectual. Es el reforzamiento de la explotación del trabajo intelectual y la unión de la descalificación universitaria y el trabajo precario, las pasantías, los contratos basura y el trabajo en negro. El capital habla de unir, pero divide mediante la deserción, por un lado, y la desocupación, por el otro. En sus propios términos y bases sociales es incapaz de superar el antagonismo entre el estudio y el trabajo ¡porque desconoce el derecho al uno y al otro! En oposición, tanto a esta disociación como a la unión explotadora del trabajo manual e intelectual; en oposición a la descalificación de los títulos universitarios, a la educación privada (como negocio capitalista); en oposición al oscurantismo intelectual y cultural creciente, el Congreso de la UJS plantea la revolución universitaria; es decir, la transformación de la educación como parte de la abolición de la explotación capitalista, bajo el gobierno de los trabajadores. En esta línea llamamos a defender el derecho a la educación integral y gratuita, y al trabajo mediante la unidad obrero-estudiantil.
Fuera las camarillas de las universidades, abajo las Asambleas Universitarias reaccionarias. Vamos por la democratización para reorganizar la universidad sobre nuevas bases sociales.
Las corrientes políticas que plantean, en el seno de la juventud, la defensa de los objetivos académicos separados de la lucha social y de la unidad con el proletariado que lucha, están obligadas a convertirse en representantes de la aristocracia estudiantil que puede pagarse su carrera y en agencia del nacionalismo burgués y de la burocracia de los sindicatos, que solamente pueden sobrevivir mediante la separación de los distintos sectores del pueblo y mediante la regimentación de sus organizaciones. Esto incluye, como socio menor, al marxismo académico y universitario que sostiene la posibilidad de transformaciones sin la organización política del proletariado y sin la organización política de la juventud. La bancarrota capitalista mundial ha convertido al planeta entero en una única y compleja disputa política.
El combate número uno: contra la represión policial y el gatillo fácil
La realidad de la juventud es aun más dura, que surge del hundimiento de la educación pública y de la falta de trabajo. Centenares de muchachas y muchachos son asesinados cada año por la represión policial en los festivales o salidas nocturnas y en las barriadas mediante el gatillo fácil. Ahora es Rubén Carvallo, ayer fue Bulacio, más cerca Kosteki y Santillán, más lejos treinta mil desaparecidos. La UJS se suma a todas las organizaciones de la juventud que luchan por el juicio y perpetua a los asesinos, y por el desmantelamiento del aparato represivo, que sólo será posible por una acción histórica de las masas.
Esta tarea nos convoca más que nunca, ahora, que ha quedado en evidencia que la policía es un órgano de espionaje y conspiración contra el pueblo –no, como pretenden los que la apañan, una institución para la protección ciudadana. Ni la policía de Fino Palacios ni la Federal y la Side de Kirchner. La vigencia de las libertades individuales es incompatible con los aparatos represivos. El Congreso de la UJS declara su total solidaridad con Rubén Carvallo y su familia, y reclama, una vez más, la aparición de Jorge Julio López y Luciano Arruga.
Por una organización socialista de la juventud
El Congreso de la UJS ha contado con una participación importante no sólo de compañeros de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires. Ha habido una presencia de importantes contingentes de universidades del noroeste y del nordeste, así como del Comahue y de la Patagonia. Muchos de ellos acaban de ganar sus centros de estudiantes u obtenido votaciones significativas en las elecciones universitarias.
El desafío es ahora avanzar por este camino. Construir una organización política que luche y que forme a la nueva generación sobre la base de la experiencia y el estudio. Afirmamos, sin dudar, que la lucha contra el capitalismo requiere formación, estudiar, aprender, asimilar la experiencia de las victorias y de las derrotas de las generaciones socialistas que nos precedieron, porque es una lucha que debe desarrollarse sobre la base de un programa y una estrategia. La improvisación y la falta de organización son nuestros peores enemigos.La UJS –juventud del Partido Obrero– está comprometida a fondo en el desarrollo de una organización socialista de la juventud. Vamos por este objetivo en cada facultad, instituto, escuela y barriada. Asumimos el desafío de organizar grandes contingentes de la juventud que estudia en colegios y universidades privadas.
Es nuestro momento, hay que asirlo y desenvolverlo. Por eso aprovecharemos el verano para impulsar campamentos de estudio y formación. También impulsaremos una campaña de reclutamiento en todo el país, que tendrá su culminación en un nuevo Congreso en abril próximo.
Nuestro homenaje a los compañeros desaparecidos. ¡Presentes! Tomamos su posta y su antorcha.
¡La juventud es la llama de la revolución!
Los más de 1.200 compañeros de todo el país que concurrieron al Congreso Nacional de la Unión de Juventudes por el Socialismo desplegaron una energía revolucionaria impresionante. El Congreso, que se realizó durante el fin de semana del 21 y 22, contó con un acto con numerosas intervenciones que se extendieron por más de dos horas. Hubo debates en ocho comisiones con numerosas resoluciones. Intervenciones de luchadores obreros de Metrovías y Coto. Un discurso de Jorge Altamira, que entre otras cosas analizó la propuesta de Hugo Chávez (recién salida del horno) de impulsar la formación de una V Internacional. Una movilización por el centro porteño, hasta el Obelisco, bajo la lluvia. Una fiesta masiva. Durante el domingo, siguió el debate de los despachos de las comisiones. La elección de la dirección nacional de la UJS. Un acto final.
Semejante exhibición de energías se explica por la convicción del Congreso de la UJS en su norte estratégico: desarrollar una organización socialista de la juventud. Un objetivo, claro está, que ha orientado políticamente la actividad de la UJS desde su fundación, pero que hoy enfrenta nuevos desafíos y cobra nuevo ímpetu. El Congreso concluyó que el crecimiento logrado por la UJS en los últimos años, reconocido por propios y extraños, debe entenderse como una demostración del nuevo empuje histórico para desarrollar una organización socialista de la juventud.
La presencia de delegaciones muy importantes del interior puso de manifiesto que el desarrollo de la UJS no es un fenómeno meramente porteño, vinculado a la lucha impresionante de la Fuba. En las provincias del noroeste y nordeste del país, por sobre todo, el desarrollo de la UJS promete transformarse en explosivo. En Santiago del Estero, por ejemplo, la UJS ha conquistado influencia incluso en la Universidad Católica, donde presentó una lista. En la combativa provincia del Chaco, el crecimiento de la UJS ha sido exponencial. Por la repercusión de su lucha y la gran actividad desplegada por sus dirigentes, ha extendido su influencia en Corrientes, Formosa y Misiones. Ahora, en estas provincias, la UJS adquirió una existencia independiente. En Salta, por otra parte, el crecimiento de la UJS es palpable; se puede afirmar que han conquistado su espacio político. En Tucumán, la UJS es una organización de combate estructurada. En todo este desarrollo, la UJS se fue nutriendo de los mejores luchadores del movimiento de la juventud, muchos de los cuales provienen de otras experiencias políticas. En el sur del país, la UJS está en un franco período de crecimiento. En Río Negro, ha creado sus agrupaciones en todas las ciudades importantes. En Santa Cruz, ha abierto el trabajo en las universidades, del mismo modo que en Comodoro Rivadavia, Chubut.
La UJS caracterizó a su crecimiento como un dato del proceso político general de las masas. Para asegurar este desarrollo, el Congreso concentró sus deliberaciones y conclusiones en la política y los métodos. Todas las comisiones del Congreso (situación política, universidad, secundarios, terciarios, mujer, formación política, trabajo precarizado, arte y cultura) aprobaron resoluciones que se refieren a política y métodos. El punto central del Manifiesto aprobado por el Congreso, que convoca a la organización socialista de la juventud, establece una caracterización de la crisis mundial y traza un balance del proceso de restauración capitalista en China y la ex órbita de la URSS, caracteriza la estrategia de agresiones del imperialismo y señala las limitaciones insalvables de los gobiernos nacionalistas. El Manifiesto llama a la juventud de América Latina a unirse bajo las banderas del socialismo y, en primer lugar, hace suya la propuesta elaborada por la Fuba de realizar un Congreso antiimperialista de las federaciones estudiantiles de América Latina. Sobre la cuestión educativa, el Manifiesto aprobado traza una perspectiva rotunda: la época de las reformas universitarias está concluida; vivimos un proceso de contrarreformas amparadas por el Banco Mundial. La salida es luchar por una revolución universitaria; es decir, por una reorganización de la educación bajo una dirección de la clase obrera, como parte de una reorganización social del país a partir de los intereses del proletariado.
El trabajo con el Manifiesto mereció una resolución especial; realizar una impresión masiva para una fuerte divulgación; realizar un trabajo de propaganda y educación en base a su lectura; elaborar un padrón de 5.000 compañeros en todo el país, con los cuales vamos a un debate personal para proceder a su incorporación. El Congreso concluyó que luchamos por organizar a la vanguardia peleando por las masas y que nos damos los métodos apropiados para el reclutamiento de los sectores más politizados.
Para los meses de vacaciones que se avecinan, resolvimos armar campamentos de formación política en enero y febrero. Dichos cursos apuntan a la cuestión central para una organización de la juventud: la formación política, el marxismo, la historia de la lucha de clases y de la lucha entre tendencias políticas. La UJS desprecia la improvisación política, ideológica y organizativa.
Como conclusión, fue unánime la votación a favor de un nuevo Congreso de la UJS en el mes de abril para evaluar el avance en la construcción de una organización socialista de la juventud. El tiempo es un elemento clave de la política y por eso la UJS ha decidido su ritmo.
Manos a la obra.
Los Sabbatellistas capitulan en la lucha contra Marcos Martini
El 27 de noviembre se realizará la movilización al palacio municipal reclamando al Intendente Curutchet el cierre inmediato y definitivo del incinerador tóxico de Marcos Martini.
La organización de esta marcha ha colocado en debate los alcances y la responsabilidad del gobierno local en la continuidad del incinerador tóxico.
Los trabajadores del distrito recuerdan aquel encuentro en la iglesia entre concejales de Curutchet y de la “oposición” de Salzmann y Sbruzzi junto a Marcos Martini en 2007. El PO en aquel momento saco un material titulado Barramos el Pacto Mafioso, los debates de aquella vez hoy se replantean con la incorporación ahora del EDE.
La Mesa Amplia quien organiza y convoca a esta movilización ha realizado importantes acciones, en su deliberación se fue acompañando una experiencia común frente a la posición y delimitación de esta y el poder local.
En la reunión del 17/11 y luego de varios faltazos los miembros del EDE local aducen cansancio y plantean retirarse de la mesa amplia en víspera de la marcha del 27/11. Los integrantes de otras organizaciones exhortaron a los compañeros a no capitular y a no colocarse en la vereda de la defensa de Marcos Martini, con distintas excusas explicaron voceros de esta “nueva fuerza” que el año ya se había terminado.
Los que se Encuentran por la Democracia y la Equidad han mostrado los insuperables límites de esta fuerza progresista. En la delimitación con el poder político que garantiza una política contaminante, que permite la continuidad del incinerador los Sabbatellistas han capitulado y al colocarse en defensa de Curutchet se han colocado a favor de Marcos Martini.
Frente a una convocatoria que suma voluntades al pasar los días los integrantes de la Mesa Amplia entendemos que el EDE ha utilizado ese espacio para catapultarse políticamente, esta “nueva fuerza” ha actuado con un oportunismo mezquino y no respetando las decisiones democráticas que la mesa amplia resolvió demostrando que de nuevo no tienen nada.
Los integrantes de la Mesa Amplia estamos convencidos que esta movilización coloca en el centro del debate la integración del poder político en la complicidad con la contaminación.
Mientras el EDE recula en chancletas, una numerosa asamblea de docentes del Suteba Marcos Paz resuelve por UNANIMIDAD adherir a la marcha del 27/11 y junto a ello comerciantes, profesionales, estudiante y trabajadores se pronuncian reclamando la clausura ya del incinerador tóxico.
La organización y la lucha por el cierre inmediato y definitivo del incinerador de Marcos Martini ha generado una divisoria muy profunda, el pueblo trabajador del distrito esta interviniendo para lograr este objetivo. Ahora es cuando, Vamos que lo lograremos.
Liliana Díaz - Fernando Medina
El 27/11 todos al municipio de Marcos Paz
• Por el cierre inmediato y definitivo de Marcos Martini.
• No a la contaminación del incinerador tóxico.
• No a la política cómplice de los Salzmann y Curutchet.
• Porque el intendente Curutchet tiene el poder de clausurar esta fábrica de cáncer y muerte.
El 27 de noviembre, a las 10:30 horas, en Independencia y Sarmiento
• Cierre inmediato y definitivo del incinerador tóxico. Solución a cargo de la empresa de todos los daños ocasionados. Reubicación de todos los trabajadores. Por la defensa de la salud de todos. Defensa de la organización y de la lucha en forma independiente del Estado y del poder político.
Convoca:
Mesa amplia Marcos Paz
Adhieren: UJS - Partido Obrero - Tribuna Docente - Suteba M. Paz - Ceetar
Cualquiera sea la propuesta, proceda del oficialismo o de la oposición, la ‘asignación’ que vendría a erradicar la pobreza de la Argentina será financiada por los trabajadores, no por los capitalistas. Por ejemplo, “se estima que otorgar 180 pesos mensuales por hijo significaría un costo anual de unos 31.000 millones de pesos, de los cuales unos 15.000 millones surgirían de redistribuir fondos asignados a políticas actuales de ayuda social” (La Nación, 26/10). Para la ‘asignación’ que propone Proyecto Sur, se calcula que, de los 31.500 millones necesarios “sólo habría que conseguir 10.500... el resto surgiría de recursos que están en planes como el Jefes de Hogar y el Familias, entre otros, y de la mayor recaudación impositiva por mayor consumo” (ídem). O sea que el 50% de los fondos saldría del bolsillo de las mismas familias que hoy están bajo el nivel de pobreza e indigencia, y el resto de los consumidores finales, no de los capitalistas.
Lo mismo ocurre con el plan de los 100.000 empleos para obra pública que ha lanzado el gobierno K a partir de las intendencias. Hay familias enteras que rechazan inscribirse en este plan porque dejan de ser beneficiarios del plan social que están recibiendo. De este modo, la financiación social de los pobres queda a cargo de los mismos pobres en forma directa, y en forma indirecta a través de los impuestos.
El Banco Mundial recomienda “el acceso a los beneficios del seguro de desempleo y a la seguridad social” (Clarín, 26/5), como contrapartida a los despidos en masa. El asesor de empresas Ernesto Kritz aconseja un plan de emergencia para la población más vulnerable, que asegure la canasta de alimentos básicos.
Denunciamos esta tentativa reaccionaria de redistribuir la pobreza que impulsan sin excepción desde el Banco Mundial hasta el centroizquierda, pasando por el gobierno y su oposición. Cualquier salida mínima a la miseria extrema pasa por un impuesto extraordinario al gran capital.
Hace ahora exactamente cuatrocientos años, un 21 de agosto de 1609, el físico y matemático Galileo Galilei presentaba en Venecia el telescopio con el cual escrutaría el universo celeste y cuya finalidad era verificar las hipótesis referidas a la naturaleza del cosmos y las leyes de su movimiento. El evento es considerado como el punto de partida de la ciencia moderna, la ciencia experimental. Es decir, de la forma específica mediante la cual el conocimiento humano toma la forma de un proceso que vincula la observación de la realidad y el pensamiento teórico mediante un método riguroso y preciso. Aunque ahora parezca trivial, la asociación entre teoría y práctica como el camino propio de la indagación de nuestro mundo había sido desdeñada en el pasado. Se suponía que la actividad empírica podía ser fuente de todo tipo de equívocos y no permitiría acceder a la supuesta perfección de una sabiduría definitiva. Era una herencia de la formidable cultura griega, que se volvía a celebrar en la época de Galileo contra la dictadura vaticana. Platón consideraba que la ciencia no debía perderse en el resbaloso terreno de la cambiante realidad, si pretendía alcanzar la perfección de un conocimiento esencial. Aristóteles consideraba que la ciencia era, sobre todo, una actividad del espíritu.
Método científico
En la información periodística de estos días se presenta frecuentemente a Galileo como al inventor del telescopio. No lo fue. La aparición de lentes y anteojos se arrastra hacia atrás en el tiempo. Pero se suponía que no podrían ser utilizados para investigar nuestro entorno porque distorsionaban y deformaban la realidad. Eran, además, el resultado de la obra de los artesanos y su “arte” era considerado como una actividad menor, un terreno cruzado por la influencia del azar y/o lo sobrenatural. El acto revolucionario de Galileo consistió en quebrar ese antagonismo entre “arte” (práctica) y actividad científica (teoría). Con su labor, buscó superar el prejuicio de que toda actividad práctica fuese una tarea inferior o inaccesible a la investigación racional del hombre. “El nacimiento de la ciencia experimental guarda relación con el descubrimiento --nada simple, aunque hoy pueda parecernos obvio-- de que existen técnicas muy precisas para dominar racionalmente el curso de la experiencia, es decir, para provocar ciertos fenómenos que pueden repetirse a voluntad y medirse con exactitud matemática, en condiciones controladas por nuestro intelecto”. La sociedad que permitió y condicionó este formidable salto era la correspondía a “la consolidación victoriosa, decidida de nuevas riquezas directamente vinculadas con el trabajo y -por lo tanto- del surgimiento de grupos cada vez más numerosos de científicos sensibles a los intereses de la producción y capaces de darse cuenta de la unidad indisoluble entre teoría y práctica”1
Galileo con Kepler y Tycho Brahe, los grandes astrónomos de su época, fueron sacudidos por un acontecimiento astronómico que modificó radicalmente la manera de considerar nuestro universo. Fue el estallido de dos estrellas, llamadas entonces supernovas, que al colapsarse sobre su propio centro produjeron una enorme luminosidad incluso observable a simple vista durante cierto período. La clave del asunto es que en la época se podía ya saber que se trataba de un acontecimiento cósmico que se producía más allá de la Luna. Y desde Aristóteles se daba como cierto que más allá de nuestro satélite natural sólo existía el mundo de lo eterno e inmutable. Apenas el mundo “sublunar” era cambiante y compuesto de cuatro elementos en movimiento (aire, tierra, fuego, aire). El “supralunar” era el reino de lo perenne, de la quintaesencia. La ciencia nueva comenzó, por lo tanto, cuando el gran espacio se hizo “terrestre” y se abandonó la especulación celestial. Por algo Marx consideraba al conocimiento científico como la crítica práctica de la religión porque procedía no del cielo a la tierra, sino al revés.
Inquisición
No fue el cielo pero sí los terrenales intereses que suponían hablar en su nombre los que finalmente condujeron a Galileo a los bárbaros tribunales del Vaticano, al final de su vida, cuando tenía ya 69 años. Tuvo que abjurar de las conclusiones de su trabajo, que lo habían llevado a defender la concepción de Copérnico de que era el Sol, y no la Tierra, el centro de nuestro sistema. Evitó así las torturas de los inquisidores y fue condenado “apenas” a cadena perpetua. En su confinamiento, sin embargo, culminó la más importante de sus obras, conocida como “Dos ciencias nuevas”, que recopilaba sus trabajos sobre la física del movimiento, describía el método de la ciencia y aplicaba el análisis matemático a temas cuyo estudio hasta entonces había sido prerrogativa de los filósofos. Fue el primer texto científico en el que se explicaba que el universo está gobernado por leyes que la mente humana puede comprender y apreciar mediante el cálculo matemático.2
La apropiación conciente de las condiciones de existencia del hombre (esto es la ciencia) ya no sería la misma después de la labor del considerado “padre de la ciencia moderna”. Como no sería la misma después de Newton, o de Darwin en el siglo siguiente.3 O del socialismo “científico”, indisociable de toda esta historia. La historia real y humana, la única ciencia, como dijera el propio Marx.
1. Ludovico Geymonat, El pensamiento científico, Eudeba, 1984.
2. John Gribbin, Historia de la Ciencia, Ed. Crítica, España, 2003.
3. Pablo Rieznik, “Darwin, doscientos años” en Prensa Obrera Nº 1072, 19 febrero de 2009 www.po.org.ar/node/19981
“El fútbol profesional practica la dictadura. Los jugadores no pueden decir ni pío en el despótico señorío de los dueños de la pelota, que desde su castillo de la Fifa reinan y roban.El poder absoluto se justifica por la costumbre: así es porque así debe ser, y así debe ser porque así es.
Pero, ¿ha sido siempre así? Vale la pena recordar, ahora, una experiencia que ocurrió en el país de Scolari, hace no más que veinte años, todavía en tiempos de la dictadura militar. Los jugadores conquistaron la dirección del club Corinthians, uno de los clubes más poderosos del Brasil, y ejercieron el poder durante 1982 y 1983. Insólito, jamás visto: los jugadores decidían todo entre todos, por mayoría. Democráticamente discutían y votaban el método de trabajo, el sistema de juego, la distribución del dinero y todo lo demás. En sus camisetas, se leía: Democracia Corinthiana. Al cabo de dos años, los dirigentes desplazados recuperaron la manija y mandaron a parar. Pero mientras duró la democracia, el Corinthians, gobernado por sus jugadores, ofreció el fútbol más audaz y vistoso de todo el país, atrajo las mayores multitudes a los estadios y ganó dos veces seguidas el campeonato local”.
Extractado de “Modelos”, de Eduardo Galeano.
El fútbol argentino ha entrado otra vez en crisis: los clubes suman una deuda que ronda los 700 millones de pesos. La crisis reedita una pelea política que todos los argentinos, les guste o no el fútbol, ya conocen de memoria: la del enfrentamiento del kirchnerismo con la oposición sojera.
Para que los de la Mesa de Enlace no crean que las retenciones se aplican sólo a la soja, ahora el gobierno se las aplicó al diario que las defendió en la llamada ‘crisis del campo’. Pero no del 35 sino del 100%. La crisis consiste en que se gestó un frente único de la AFA, las dirigencias de los clubes y el sindicato de futbolistas agremiados para arrancarle más plata al grupo Clarín –que es el dueño de gran parte de la verdadera patronal del fútbol nacional que es la Televisión–, pero que terminó con la rescisión del contrato de la AFA con el multimedios.
Los clubes del fútbol se han transformado en un campo de enriquecimiento de decenas de dirigentes inescrupulosos, que ocultan las verdaderas transacciones con los jugadores, evaden impunemente los impuestos y no pagan los aportes jubilatorios a los jugadores y a los empleados de esos clubes. Tampoco presentan los balances de sus cuentas en la AFA; ni la AFA se las pide. Las deudas de los clubes con el fisco rondan los 300 millones de pesos, casi la mitad de la deuda total.
Del fútbol lucran también los comisarios de la Federal y de las policías provinciales, recaudando inmensas cantidades de dinero por “adicionales” para “salvaguardar”los espectáculos, en algunos casos, más del 50% de las entradas de cada partido.
Además, roba la AFA, que es la que recoge y reparte toda la plata del fútbol y la que había establecido un acuerdo increíblemente leonino con TyC Sports hasta 2014 por la totalidad de los derechos televisivos de todas las divisionales del fútbol.
Como en la película “Nueve Reinas”, los estafadores son todos, y entre todos han hundido al fútbol.
Barranca abajo
La caída en picada de las ventas rutilantes de jugadores argentinos al fútbol europeo barrió la ficción de que el festival de estafas podía continuar y ha colocado en rojo definitivo las cuentas de los clubes.
Los mercados actuales de la exportación de futbolistas argentinos son Rusia, los Emiratos Arabes, los griegos, los rumanos y hasta los mexicanos. Estos compran por la décima parte del dinero que pagan los clubes de primera división de España, Italia e Inglaterra, y además compiten con Argentina en el envío de jugadores a las grandes ligas.
Hoy, en la Argentina, los jugadores no sólo se venden mal. Además, las operaciones en negro de los dirigentes y los “representantes” de los futbolistas, así como la venta de “proyectos” de jugadores a precio vil, achican aún más los ingresos reales a los clubes. Así las cosas, ya no se pueden mantener más los planteles profesionales ni los estadios, ni pagar la “seguridad” de los espectáculos.
Bajo el signo de la improvisación
El parate del fútbol es un problema político mayúsculo para un gobierno en crisis, al que algunos quieren sacar antes de tiempo. Ya la Afip –que no tiene empacho en desalojar deudores, hipotecar propiedades y mandar preso a quien no cumple con los impuestos leoninos– les ha ofrendado a los dirigentes de los clubes, por orden del gobierno, un “pacto fiscal” para arreglar una deuda de 300 millones pesos con el fisco. Es dinero suficiente para que algunos dirigentes estén varios años tras las rejas.
El impresentable Grondona pidió, para “seguir tirando”, el enésimo escolaso –un Prode como fuente de recursos para el fútbol, algo tan alevoso que hasta el gobierno duda en otorgar, entre otras cosas porque el Prode es parte de los juegos del pasado. Hoy existe un verdadero festival de quinielas, quinis, lotos, bingos, hipódromos y casinos, que funcionan de continuo los 365 días del año para todos los gustos, sin esperar una apuesta que una vez por semana le brindaría el Prode.
Fuente inagotable de ingenio para las maniobras, Grondona lanzó otra propuesta. Planteó que se aumente 12 pesos el abono de los cables y que los partidos no sean más codificados. La cuenta del cacique de la AFA es que si a seis millones de abonados les sacaban 12 pesos, se juntaban 72 millones mensuales (que, por supuesto, la AFA sería la encargada de repartir).
La negativa de la TV-Clarín de transferir un aumento de los precios del abono empantanó las cosas. Entonces, el gobierno amenazó con una salida a lo Guillermo Moreno, proponiendo que la AFA desconozca el contrato usurario que el mismo Grondona hizo con TyC hasta 2014 –y que sea el Estado el que “compre” el paquete del fútbol– y Canal 7 el que tenga el patrimonio de su televisación.
Los de TyC Sports ven un nuevo caso de ‘expropiación’ – como el de las AFJP– y el fin del fabuloso curro que han armado con el propio Grondona. La TV recibía 304 millones de pesos, se quedaba con 92 limpios y el resto se lo daba para que lo repartiera la AFA. Pero estas cifras subían al doble y al triple cuando se suman las ganancias de los partidos televisados de Argentina a varios países de América, las copas sudamericanas, libertadores, torneos de verano, de recesos, copas América, mundiales, más las ganancias de los propios canales televisivos como TyC Sports y Fox Sports.
El presidente de TyC Sports ha salido después de años de roscas con la AFA a denunciar al gobierno por hacer un pacto con Grondona. Los periodistas más forros del grupo Clarín, deshonrando a los verdaderos periodistas, se acuerdan ahora de que hay que “defender y honrar los contratos con la TV” hasta 2014. Sus patrones les han dicho que “jueguen fuerte”.
Una estatización trucha
Esta “estatización” es trucha, pues significará, por un lado, que el Estado comprará la deuda de 300 millones que los clubes tienen con el propio fisco; por otro lado, que deberá pagar a la policía que se lleva más de la mitad de las recaudaciones. El gobierno ha llegado a la conclusión de que puede administrar las fabulosas ganancias que el fútbol da a la TV, aliándose con otras patronales televisivas (Avila) y, de paso, asestarle un golpe fuerte a la estructura de poder político que tiene Clarín –uno de los arietes de la oposición.
Con la rescisión del contrato con TyC, el fútbol comenzará el 21 a los “ponchazos”, hasta que se rearme una estructura técnica de televisación que a los pulpos de la TV les ha llevado años montar. Vendrá entonces la entrada de otras patronales al negocio televisivo y la “borocotización” de TyC Sports y de muchos periodistas deportivos “especializados”. Grondona ya les está diciendo a éstos que se abran del grupo Clarín y que los privados seguirán televisando, pero claro... sin Clarín. Avila, el inventor de todo el esquema de TyC, ya ha salido a ofrecerse para la tarea.
El espectáculo debe continuar. Seguirá sin culpables la inmensa corruptela de dirigentes y representantes de los clubes y con la continuidad del ya interminable Grondona, que con su voto “positivo” (aunque parezca increíble) se ha puesto el traje de “nacional y popular”, después que hipotecó el fútbol argentino al mejor postor. Repite así el recorrido que siguieron los propios K desde su temprano menemismo.
La decisión de rescindirle el contrato a Clarín es claramente una medida popular para los hinchas. Pero es una salida a lo Kirchner, que terminará beneficiando a otros sectores patronales que armarán su negocio. El actual gobierno no puede rescatar ni salvar al fútbol, cuando no salva la salud, la educación ni la vivienda de los trabajadores.
Las decisiones públicas son siempre políticas. Reorganizar el fútbol y atacar esos grandes intereses es una tarea no lejana, pues el fútbol argentino ya ha tocado fondo. Nada hay más popular que el fútbol para los trabajadores. Encontrar una salida a su crisis no es una tarea de un gobierno que está en el final. Es una tarea de socialistas.
La caída del 9% de la actividad industrial en la primera mitad del año, anunciada la semana pasada por la Unión Industrial Argentina (UIA), remata tres trimestres consecutivos de caída de la producción manufacturera. Son cifras que no se registraban desde el colapso de 2001. La caída en el valor de la producción agropecuaria anual es aún mayor, como consecuencia del derrumbe de los precios internacionales y de la sequía. Las estimaciones más recientes sobre la caída global del producto bruto interno (PBI), en el primer semestre, rondan el 5%.
Recesión
La manipulación de los índices de precios el IndeK infla también a su gusto los índices de producción. Los pronósticos de consultoras privadas de una caída en el PBI para este año del orden del 3% también subestiman la quiebra del ciclo económico, pero porque toman en cuenta los valores promedio del producto a lo largo del año, y no los de su punto más alto.
La inversión viene cayendo mes a mes desde noviembre pasado. El retroceso mayor fue en mayo: 20% por debajo del nivel del mismo mes del año anterior. El impacto sobre la industria de base es, por eso mismo, muy fuerte. El cronista de Ambito Financiero del jueves 6 toma el informe de la UIA para confirmar que “las cifras que reflejan la inversión de los empresarios sigue en niveles de catástrofe”: la importación de bienes intermedios y partes para bienes de capital se desplomó el 43,5%.
Fuga de capitales
El dato más significativo de la debacle ekonómica en curso es la espectacular fuga de capitales, que ahora es todavía mayor que en 2001: suma 43 mil millones desde 2007, una magnitud equivalente al 15% del producto bruto anual, y “es la más grande en la historia económica del país”, señaló el economista Miguel Bein (La Nación, 19/7).
A diferencia de 2001, la actual huida fue financiada no con el vaciamiento de las reservas del Banco Central sino con el saldo del comercio exterior. Pero como la caída de las importaciones es fenomenal (se han derrumbado un 40% en estos primeros seis meses del año), es la recesión la que financia esta fuga de divisas sin precedentes.
Los pesos que se van en la compra de dólares se restan al mercado interno. La ekonomía del “modelo del trabajo y la producción” es de un colosal parasitismo. Lo retrata con ironía el mismo Miguel Bein cuando sostiene que la enorme salida de dólares “contribuyó en más de un cuatro por ciento al paquete financiero de los Estados Unidos para evitar una disrupción en el sistema de pagos global”. Su conclusión es impecable y merece citarse completa: “¡Y pensar que todavía hay dudas respecto del alineamiento de la Argentina con Occidente! No financiamos la construcción de nuestras rutas, viviendas, centrales eléctricas, ni la inversión en maquinaria, pero estamos donde el mundo nos necesita: financiando el déficit fiscal y financiero de las empresas del mundo desarrollado (...) la Argentina, con un largo camino por delante (cada vez más largo, dados los crecientes niveles de marginalidad y pobreza) hacia el desarrollo, da así muestras fehacientes de la preocupación del actual gobierno por el orden mundial. Hasta se podría decir que semejante contribución a la estabilidad financiera global redime al país de su posición neutral hasta casi la finalización de la Segunda Guerra Mundial”.
Nada que agregar. Es una especie de obituario para el “modelo K”.
En la reciente zafra de balances trimestrales, una mayoría de industrias norteamericanas ha revelado ganancias “mayores a las esperadas”. En medio de la crisis mundial, el ‘enigma’ tiene mucho de parecido a los superávit comerciales que registran numerosas naciones ‘emergentes’ que, sin embargo, están exportando menos: ocurre que importan mucho menos aún. Así, las empresas en cuestión también venden muchísimo menos, como resultado de la crisis, pero sus ganancias derivan de un recorte “furioso” (textual de los diarios) de costos. Aunque han ‘ahorrado’ fuerte mediante la reducción, también drástica, de sus inventarios, la fuente principal de los mayores beneficios ha sido una mayor tasa de explotación de la fuerza de trabajo. Aunque la crisis se acentúa, los accionistas cobran sus dividendos. De todos modos, no todo son rosas: la reducción del valor de la fuerza de trabajo lleva, en determinado punto, a la deflación; uno, como consecuencia de la caída del consumo; dos, como consecuencia de la mayor competencia que provoca el mayor rendimiento de la fuerza de trabajo en relación con el capital utilizado. La deflación implica la mayor generalización de la crisis. La historia de las crisis capitalistas demuestra que el punto de partida de una recuperación pasa por la revalorización de la fuerza de trabajo (el precio de la canasta familiar cae más que el salario) y por la desvalorización del capital (un capital más barato eleva el porcentaje de la ganancia sobre la inversión). Pero para llegar a esto habrá que atravesar aún una fase de catástrofes económicas y políticas.
La presión para reducir el valor de la fuerza de trabajo explica la velocidad del incremento de la desocupación en los Estados Unidos en el primer semestre del año. Según la mayor parte de los expertos supera a la caída que experimentó la producción. La resultante ha sido una fenomenal intensificación del trabajo del personal que siguió ocupado. Otro aspecto es la reducción directa de los salarios, o la reducción de la jornada laboral acompañada por una reducción mayor de los sueldos. La cifra oficial de desempleo en Estados Unidos es de 9,5% de la población activa, unos veinte millones de trabajadores, pero cuando se añade a las personas que han dejado de buscar trabajo, a las que están obligadas a trabajar menos (6%) y a la población carcelaria -el porcentaje se eleva a los veinte puntos, o sea a cuarenta millones de desempleados. Recientemente, las cámaras empresariales rechazaron la decisión de los estados de elevar el salario mínimo de 5,25 a 7,0 dólares la hora, con el argumento de que no podrían soportar ese mayor costo. Otro elemento fundamental es el recorte en los aportes patronales a la cobertura de salud, que forma parte del llamado ‘costo laboral’; el número de personas sin protección médica ha crecido en forma impresionante. Un ejemplo brutal de la reducción del precio de la fuerza de trabajo se observa en el caso de la industria automotriz, donde los salarios fueron recortados un 70% y la cobertura de salud en cerca de la mitad. Como ocurriera en la primera fase de la crisis del ’30, los trabajadores no han opuesto una resistencia significativa a este desplome, sorprendidos por la magnitud de la catástrofe y por la completa traición de las burocracias sindicales y políticas.
A la tendencia generalizada a la reducción de los salarios y contribuciones complementarias, se ha sumado una tendencia a arrebatar conquistas significativas de los trabajadores. La violencia de algunas acciones de los trabajadores, en Francia, ha sido la respuesta a un enorme fraude laboral, pues las patronales no han querido pagar las indemnizaciones por despidos amparándose en disposiciones de la Unión Europea, que eran desconocidas por los trabajadores, en contraposición a la antigua legislación nacional. En España acaba de producirse una suerte de ‘ruptura’ entre el gobierno y las cámaras patronales, como consecuencia del reclamo de éstas para reducir o simplemente anular la indemnización por despido. La desocupación española es la más alta del oeste de Europa. La voracidad de los explotadores de todo el Estado español parece no tener límites, pues casi la mitad de los empleados se encuentran precarizados y no tienen derechos indemnizatorios. Rodríguez Zapatero se verá obligado a fijar un subsidio para este sector del proletariado. En Gran Bretaña hay una crisis similar, pues el partido Conservador sostiene que la salida a la crisis pasa por una purga sin contemplaciones.
Esta tendencia patronal ha sido recogida por la Organización Internacional del Trabajo, que en su reciente reunión (a la que asistió la Presidenta K) impulsó la llamada “flexiseguridad”, que consiste en abolir la indemnización por despido a cambio de un curso de capacitación para nuevos empleos. Los ‘expertos’ de la OIT parecen creer que la bancarrota capitalista es producto de la ‘disfuncionalidad’ de los trabajadores, no del capital. Si se observa con un poco de cuidado se comprueba que, ochenta años mediante, las patronales siguen siendo tan deflacionarias como en los años ’30 o que el keynesianismo (limitación del capital por medio de la intervención del Estado) es una receta para períodos de ‘prosperidad’ –aunque, en este caso, sin casi limitaciones para los capitalistas.
La ‘moda’ que impera en el mundo capitalista es, hoy, lo que en Argentina llamamos Repro, o sea la suspensión con salarios reducidos, que el Estado (no la patronal) paga en una proporción sustancial. Los gobiernos se jactan que, de este modo, ‘preservan’ la relación laboral; en realidad se trata de una forma de evadir la indemnización por despido, como lo prueba el hecho de que los contratados no reciben este ‘beneficio’.
Otra forma de evadir las indemnizaciones es lo que ocurre en Mahle o Massuh, donde el cambio de dueño no habilita al pago de indemnizaciones por antigüedad, o se disimula ese cambio (promesa de devolver la empresa) para evitar el pago de indemnizaciones y el peligro de que se desconozca la antigüedad en el futuro.
Las burocracias sindicales colaboran, en todos los países, con este despojo a los trabajadores. Naturalmente, esto recién comienza. No está dicha la última palabra, ni la penúltima siquiera.